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Rol de constructoras e inmobiliarias ante nueva Ley de Eficiencia Energética

Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), en el mundo, los edificios y los sectores de construcción de edificios, combinados, son responsables del 36% del consumo final de energía global y casi el 40% de las emisiones totales directas e indirectas de CO2. La demanda de energía en dicho sector continúa aumentando, gracias al desarrollo de un mejor acceso a la energía en los países en desarrollo, una mayor diversidad de dispositivos que consumen energía asociado al avance tecnológico, y un rápido crecimiento en la urbanización.

Ante una transformación en términos de eficiencia energética y generación sustentable, la demanda mundial de energía en la construcción podría disminuir al 2040, a pesar de que el área total de piso de edificación crezca en un 60% adicional. En este panorama, los edificios podrían ser casi un 40% más eficientes energéticamente que hoy.

Existen diversas maneras de aportar a este escenario eficiente a través de iniciativas que transformen la calefacción, el calentamiento de agua, el enfriamiento de los espacios, la iluminación

La calefacción de espacios ofrece más de una cuarta parte del ahorro potencial de energía. La eficiencia del calentamiento del agua también podría mejorar en un 43% y las mejoras en el enfriamiento del espacio, que es la fuente de mayor demanda de energía de los edificios, podrían duplicar la eficiencia del aire acondicionado.

Ley de Eficiencia Energética

En Chile, el Coordinador Eléctrico Nacional anticipa que la demanda de energía prácticamente se duplicará en los próximos 20 años, es decir, un 83% más.

Con la promulgación de la Ley de Eficiencia Energética –que ya fue aprobada en el Senado será necesario que las constructoras diseñen un sistema de gestión de energía.

Se exigirá a las empresas con altos consumos de energía, implementar un sistema bajo una norma (ISO 50001) que dé soporte a sus actividades de gestión de energía.

En cuanto a las construcciones, la norma en Chile hasta el año 2000 no definía el uso correcto de energía en su interior, por lo que actualmente el 66,2% de los hogares en Chile no cuenta con la eficiencia energética adecuada ni con la aislación suficiente en los techos, muros, puertas o ventanas.

Para cumplir con esta normativa las empresas de construcción deben priorizar el uso de materiales que cumplan con estándares energéticos de calidad.

En particular, se hará obligatoria la Calificación Energética de Viviendas (CEV), una herramienta que estandariza el desempeño energético de los proyectos inmobiliarios y que finalmente le permitirá a los usuarios finales saber cuán eficiente es la vivienda que están adquiriendo.

 


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